A su vez,. Rodolfo Frascogna, fue director del acuario. En una visita a don Carlos le dijo: “qué raro que usted no tenga nada para mostrar esto, para que la gente vea lo que ha hecho, su esfuerzo y esta belleza” a lo que don Carlos respondió: ”Tiene razón, haría falta un vehículo. ¿Usted no se animaría a hacerlo?”, es así como surgió el Trencito Histórico, con su coche motor y un acoplado con 24 asientos adelante y 24 asientos atrás, con doble tracción y motor IKA hacía su recorrido, tal como en la actualidad, mostrando la ciudad y contando su historia.
Este tren, siempre mantuvo su color anaranjado y techos blancos, en su momento era la única excursión que podía acceder a los jardines privados de don Carlos (hoy Pinar del Norte).
“Cuando el Trencito pasaba por la casa del fundador, siempre estaba Don Carlos sentado, escribiendo y saludando a los pasajeros de manera cordial” indicó María Antonia Torregui, además de que “su esposo y don Carlos eran muy buenos amigos y que discutían por tener diferentes pareceres, pero que siempre se escuchaban.”
“Rodolfo siempre volvió desde que pisó por primera vez nuestra ciudad y en su tercer visita decidió quedarse para construir un pedacito más de Villa Gesell” Pory y Rodolfo Frascogna, dos pilares en la historia de la ciudad.